Los aguaceros no podrán hacer daño a este robusto calefactor radiante, pues su carcasa de aluminio de alta calidad está protegida por todos los lados contra las salpicaduras de agua y la penetración de cuerpos extraños con un diámetro >12,5 mm conforme al tipo de protección IP25. Por ello, el IRS 2050 está destinado igualmente al uso en espacios abiertos no cubiertos.

Oscilación en 45° para una distribución uniforme del aire

Nueve potencias de calefacción (200 W - 2.000 W) que se pueden seleccionar cómodamente con el mando a distancia proporcionan un calor inmediatamente perceptible en la piel y las superficies sin necesidad de calentar primero el aire. Si fuera necesario, la torre, con su oscilación conectable, gira uniformemente 45° a derecha e izquierda para suministrar directamente a varias personas o grupos de asientos, al mismo tiempo, un acogedor calor infrarrojo. La radiación térmica del IRS 2050 E está concebida de forma que los rayos infrarrojos se amplifican mediante un reflector de gran eficacia a todo lo largo del tubo infrarrojo de carbono. Como resultado, el calor del calefactor se puede sentir desde la cabeza hasta los pies en la posición habitual de sentado – y siempre va un paso por delante de los simples convectores en términos de confort térmico.

Calor directo siguiendo el principio del sol

El calor de onda corta irradiado se genera a través de un tubo infrarrojo de carbono de alta calidad. Con una vida útil media de hasta 5.500 horas de iluminación, el IRS 2050 E es garantía de calor durante mucho tiempo y sin apenas necesidad de mantenimiento. Para un funcionamiento seguro -incluso en un entorno industrial- este robusto aparato cuenta con un interruptor antivuelco integrado y un interruptor principal protegido.

El tubo infrarrojo de carbono del IRS 2050 E produce calor siguiendo el principio natural de la radiación solar. Y lo hacen con especial eficiencia energética, puesto que una gran parte de la energía utilizada para ello se convierte en calor directo. Mediante este proceso no se calienta el aire ambiental, sino que los objetos y las personas del espacio donde se ubica el radiador infrarrojo absorben el calor irradiado, lo guardan y lo devuelven al aire en forma de radiación secundaria. De esta forma, la distribución del calor es silenciosa y la ausencia de ventiladores evita que se levante polvo, lo cual permite a las personas alérgicas o asmáticas respirar sin problemas en el entorno inmediato del calefactor radiante.