Las incrustaciones de cal en los aparatos de agua caliente no solo son muy desagradables a la vista sino que, por ejemplo en las máquinas de café, alteran el sabor y además provocan un aumento del consumo de energía. Los aparatos electrónicos requieren hasta 30 % más de corriente ya que el calor debe traspasar la capa de cal antes de poder calentar el agua. Para ahorrar energía deberían limpiarse regularmente los restos de cal de los aparatos de agua caliente – y esto se puede hacer sin problemas gracias al descalcificador líquido de Trotec, tan ecológico como económico.

Tanto para la limpieza de humidificadores, deshumidificadores, aires acondicionados, purificadores de aire, refrigeradores de aire, máquinas de café totalmente automáticas, máquinas de expreso o limpiadoras de vapor como de planchas o centros de planchado – nuestro descalcificador es de uso universal para todos los aparatos de agua caliente de marca. Con sus ácidos naturales remueve rápidamente y a fondo la cal y las incrustaciones de cal, a la vez que protege el aparato de una nueva calcificación. Este producto de calidad fabricado en Alemania incluye la ecología: Nuestro descalcificador líquido tiene como base solo ácidos orgánicos 100 % biodegradables y con ello cumple lo prescrito por la recomendación actual de la UE. Y por supuesto este producto desincrustante es inodoro e insípido al trabajar.

Además, el descalcificador contiene un indicador de colores rojo que, a través de la coloración rosa, indica que aún dispone de toda la capacidad de descalcificación. Si en cambio el color pasa de rosa a amarillo, el ácido orgánico no puede absorber más cal porque ha agotado su capacidad de descalcificación.

El uso de un descalcificador líquido es sumamente simple Así funciona, por ejemplo, la descalcificación estándar de una máquina de café: Se echan en el depósito de agua 125 ml del descalcificador sin diluir junto con 500 ml de agua y a continuación se conecta el aparato. Después de un ciclo corto se deja que actúe durante 15 minutos y luego se enjuaga el depósito con abundante agua clara. Cuando el agua pierde toda la coloración es porque el aparato ya no contiene restos de descalcificador. Ahora la máquina está completamente descalcificada y limpia – ¡y el café volverá a saber con la pureza y el sabor del primer día!