Las restricciones en la vida cotidiana, como las limitaciones de las salidas, la prohibición del contacto, la obligación de teletrabajar, pero también el cierre de escuelas, guarderías y centros de atención – todo ello ha dejado su huella en la sociedad. Muchos adultos están sufriendo trastornos de ansiedad, miedos existenciales y depresión durante la pandemia. Pero la pandemia tampoco ha dejado indemnes a los niños y jóvenes. El análisis de varios estudios muestra que la frecuencia de los síntomas psicológicos también aumentó en los niños. En un elevado número de chicas y chicos se detectaron enfermedades que requerían tratamiento, como por ejemplo síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad o reacciones desafiantes y arrebatos de ira y, por tanto, características de un trastorno oposicional. Esto ha provocado un fuerte aumento de la demanda de tratamiento psicoterapéutico.

Aumento significativo de las solicitudes de pacientes

Según una encuesta de la Asociación Alemana de Psicoterapeutas (DPtV), el año pasado se presentaron una media de 4,9 solicitudes de terapia a la semana. Este año la cifra ya es de 6,9 solicitudes y la proporción de psicoterapeutas que reciben más de diez solicitudes de pacientes a la semana incluso se ha duplicado. Sin embargo, según la encuesta, solo uno de cada cuatro pacientes que hace una solicitud recibe una cita para una primera consulta. La Asociación Federal de Médicos del Seguro de Enfermedad (KBV) rechaza una consulta telefónica para los nuevos pacientes, tal y como reclama la DPtV desde hace tiempo.

Se sigue cumpliendo lo siguiente: Solo se consideran "conocidos", y pueden hacer uso de la consulta telefónica, quienes hayan acudido a la consulta al menos una vez en los últimos seis trimestres anteriores a la misma. De esa manera, el tratamiento agudo sin contacto personal, por ejemplo a través de una sesión psicoterapéutica por vídeo, se hace casi imposible. Una situación que resulta estresante para los pacientes y los terapeutas en igual medida.

Alto riesgo de contagio con el coronavirus durante las sesiones psicoterapéuticas

Sin embargo, a muchos terapeutas les asalta una preocupación mucho mayor. La alta frecuencia de pacientes en la consulta también aumenta inevitablemente el riesgo personal de contagio con el coronavirus. Dado que las sesiones de psicoterapia tienen lugar cara a cara, el riesgo de que los participantes se contagien entre sí es especialmente alto. Incluso si un paciente está vacunado, se ha curado o tiene un test negativo, el riesgo de contagio está literalmente en el aire.

Otra razón para utilizar purificadores de aire móviles es el bienestar personal durante el tratamiento. La comunicación con tranquilidad entre el terapeuta y el paciente es el centro de cada sesión de terapia. Por lo tanto, hay que reducir las fuentes de ruido para que la atmósfera de la conversación no se vea afectada negativamente. Las ventanas pueden abrirse solo con condiciones para ventilar la habitación con aire fresco. Ventilar se hace aún más difícil cuando se acerca el invierno – con temperaturas exteriores cercanas al punto de congelación. La temperatura ambiental baja inevitablemente cada vez que se ventila a través de la ventana. El resultado es la explosión de los costes de calefacción. Por no hablar del hecho de que las temperaturas interiores frías también afectan la sensación de bienestar. Sin embargo, si se utiliza un purificador de aire móvil de alto rendimiento, se pueden reducir los intervalos de ventilación sin descuidar el autocuidado y la protección de la salud del paciente.

Un apunte: Los purificadores de aire de alto rendimiento como el TAC V+ purifican el aire prácticamente sin hacer ruido. Con un nivel de ruido de apenas 31 dB(A), un purificador de aire ambiental TAC es tan silencioso como el tictac de un reloj de pulsera, mientras que el ruido del tráfico rodado puede alcanzar un nivel de ruido de hasta 65 dB(A).

Por ello, en numerosos consultorios, hospitales e instalaciones médicas, los purificadores de aire de alto rendimiento TAC ya se utilizan desde el comienzo de la pandemia para ofrecer la mejor protección posible a los profesionales y a los pacientes contra la transmisión del coronavirus a través del aire.